miércoles, 27 de julio de 2011

UN CUERPO EXTRAÑO.


                                      Hospital de palabras

Sea esta la primera vez

un sonido casi con sentido.

Palpitan los verbos de placenta

y palabras-peces

coletean a la luz de un sol inclemente.

Sea una nana incomprensible

en la que mecer el miedo.

Aullidos de ambulancias

que rajan el vientre a la ciudad

con la urgencia de la muerte.
           
Sea la enfermedad

de una frase esquizofrénica que cae

rota y ronca en el vacío del pozo:

Se escucha el eco de una piedra.

Entre el decir y el callar

fuera de contexto

diálogo ininteligible

de un idioma familiar

transformado en fantasmas de niebla.

Mágicos encuentros fruto del azar

meticulosamente trazado.

Sea este hablar agujereado

mar inmenso que se suicida

en una pequeña regadera.

Vocales convalecientes.

Me pican enjambres de consonantes.

Breves luciérnagas en noches de verano

al borde de la extinción

golondrinas del atardecer.

Encuentro un nido

la palabra clave:

Tesoro repentino.


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