miércoles, 28 de septiembre de 2011

UN CUERPO EXTRAÑO.


Vengo muerto por la calle.

           



Músicas que caéis 

como ascuas de fuegos artificiales

lo único inexcusable

son las citas del deseo.

En ese voluptuoso tallo

oigo mi yo ajeno a la humanidad.

Lo sutil aletea  en mil figuras

esta mi garganta de egos

y esquizofrenia despierta.

Un atroz consejo:

Vengo muerto por la calle.

En los rincones hay un libro

de páginas ardiendo

lo que nadie dirá

en la lengua de un idioma nuevo.

Queda ello escrito.

Es ayer todavía hoy.

Tomo nota.

Desfallezco acusando a los benévolos durmientes.



No hay comentarios:

Publicar un comentario